martes, 9 de agosto de 2011

Me gusta el caceroleo y los estudiantes

Hoy lo escuché pero no fui capaz de salir al patio con mi ollita. Los niños dormían y tal vez hubiera sido lindo salir con ellos... pero sola con el perro y los gatos.... como que no. 
Me trajo recuerdos, obvio y una sensación bien especial. Encuentro maravilloso lo que está pasando, tantas voces unidas por una causa, tan transversal el movimiento, tan asumidos los riesgos. Es buena también la confianza (aunque nunca es total), de que no se perderá la vida en este intento.
¿Qué pasará? parece un poco difícil que nada pero parece más difícil aún que todo. ¿Cómo lograr la ansiada equidad? Si desapareciera el lucro en la educación.... ¿Cuántas universidades quedarían? ¿cuál sería el nuevo orden, la nueva distribución, etc y etc.? Quieren un profundo cambio social, así como todas las movilizaciones estudiantiles a través del tiempo y la historia, con fuerza y total convencimiento, con toda la vida por delante para compartir las victorias, intentando lograr al final, un mundo mejor y más justo para todos.
Hace tiempo que no se veía algo como ésto.
Y los jóvenes han demostrado que están lejos de ser la generación que "no está ni ahí" con las cosas que pasan. Nos equivocamos en el juicio y ahora nos dejan callados.

Los aplaudo y les agradezco este nuevo aire que han traído a este aburrido "acontecer nacional"
Me gustan los estudiantes y siempre me gustarán.
Congreso académico estudiantil 1992. Centro de estudiantes e la Salud (CES)
 Facultad de Medicina, U de Chile.
"Por una enseñanza cuyo norte sea Chile"